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¡Hola, hola! Soy Nilvia Sención

Hago un montón de cosas, entre ellas soy mompreneur, conferencista, mentora de propósito&vida enfocada en mujeres y madres, magister en gestión del talento humano, administradora de empresas, docente, entrenadora de vida, entrenadora de programación neurolinguística, terapeuta familiar y escritora del libro “Eres un milagro”  x3 bestseller en Amazon.

Nací y crecí en Santiago de los Caballeros, República Dominicana. Estudié en un instituto femenino de religiosas; desde pequeña mostré un gusto especial por enseñar a otros y trabajé como maestra acompañante y sustituta en mi adolescencia.

Mi primer trabajo formal lo obtuve después de realizar la pasantía escolar y me contrataron, iniciando por realizar asistencia en el área de gestión de recursos humanos y en los próximos años estuve rotando en distintas áreas administrativas. Posteriormente, estuve en una empresa donde ingresé como asistente de la administración y luego pasé a coordinar el departamento de gestión humana. Por lo que desempeñé durante casi diez años labores administrativas y de gestión del talento humano. Siempre sirviendo desde la parte más sensible de las organizaciones, su gente!, y en lo que me gusta, creando y promoviendo el bienestar.

Más sobre mi

Desde pequeña me ha gustado servir a los demás, era usual verme explicándole a mis compañeras de clase que lo necesitaban. A partir de la adolescencia empecé a mostrar muchas inquietudes por el tema vocacional y el propósito de la vida; siempre me cuestionaba sobre la felicidad y la misión de las personas sobre la faz de la tierra. Era usual que hiciera comparaciones entre las personas que lucían trabajar con amor y pasión y las que por el contrario lo hacían con desdén y desgane, definitivamente yo quería formar parte del primer equipo.

En mi búsqueda de más y reconociendo la presencia de Dios en mi vida, tuve un serio interés por la vida consagrada, me involucré bastante en ello, pero opté por el matrimonio. A la hora de escoger mi carrera universitaria opté por una carrera que era la que menos latía en mi corazón, sí sabía que tenía actitudes y aptitudes para ella, era común escucharme decir “mi vocación es la educación, mi pasión la psicología y mi locura la administración” terminé eligiendo la última;¡que locura, no! Lo bueno es que seleccioné una carrera, ligada a actividades que se me dan de manera natural: liderar, dirigir y organizar, es algo que utilizaré para toda mi vida! Además, y lo mejor es que la vida me ha llevado a las otras dos de formas inesperadas.

***Aprovecho para decir que es una edad tan joven a la que una suele escoger carrera, para muchos aún sin salir de la adolescencia con todos los cambios que  involucra esta época de la vida, una tenga que tomar decisiones tan fuertes y contundentes como la profesión que te acompañará para toda la vida; con el nido que se trae una en la cabeza a esa edad. Pero bueno, esto hace parte de la vida.***

En lo adelante me mantuve ocupada haciendo las cosas que la sociedad te dicta que tienes que hacer: estudiar, trabajar, adquirir estatus, títulos, bienes, entre otros. Sin embargo, siempre manteniendo un deseo férreo de hacer las cosas bien, con amor y agradables a Dios.

La carta más fuerte…

que me ha tocado en el juego de la vida, hasta ahora,  ha sido la llegada de mi hijo (las que son madres sabrán), quien  volcó mi mundo desde que se posó en mi vientre y vaya que lo hizo que con su nacimiento me sacó expresa y definitivamente de un trabajo que me gustaba; para sumergirme en una aventura hacia la búsqueda de su salud que me llevaría a otros horizontes, otras culturas, otros retos, como no tener techo ni comida para ofrecerle a mi hijo ni a mí misma y tan profundos como la depresión y la ansiedad; pero tan reconfortantes y vivificantes como el beneficio de reencontrarme conmigo misma, resignificar mi vida, sanar muchos aspectos de mi pasado y la nueva oportunidad de seguir ayudando a la humanidad en nuevas vertientes, porque de algún modo maravilloso, extraordinario y milagroso; así como el título de mi primer libro “Eres un Milagro” todo este tiempo Dios me había estado preparado para renovar mi propósito, que es servir, servir, servir, desde donde quiera que esté.

Y ¿por qué hacerlo en un solo ámbito si soy un ser humano íntegro y tengo múltiples dones y talentos? Entonces en su justa medida, que es precisamente “la medida de amar sin medida”, los daré al mundo.

Reconozco y veo la mano de Dios obrar en todo esto y pongo todo al servicio de los demás, solo con ver mi historia de vida se puede confirmar que Dios me ha capacitado y me ha acompañado en cada momento.

  • ¿Si Él me ha acompañado y guiado a mi en mi historia y me ha llevado a puerto firme y seguro, por qué no lo hará contigo?
  • Nada pasa porque sí, ¿por qué no prestarle atención a esa señal que tienes ahora?
  • ¿Por qué no detenerte y darle calor a tus inquietudes?
  • ¿Por qué seguir viviendo en automático y vacío, si puedes vivir de verdad?
  • ¿Por qué si esto remueve en ti sentimientos, no puedes prestarle atención?

Aquí estoy para ti, será un gusto acompañarte.

Sé fiel a ti misma.

Más sobre mí

Desde pequeña me ha gustado servirle a los demás, era muy usual verme explicándole a mis compañeras de clase que lo necesitaban. A partir de la adolescencia empecé a mostrar muchas inquietudes por el tema vocacional y el propósito de la; siempre me cuestionaba sobre la felicidad y la misión de las personas en la vida. Era usual que hiciera comparaciones entre las personas que lucían trabajar con amor y pasión y las que por el contrario lo hacían con desdén y desgane, definitivamente yo quería formar parte del primer grupo.

En mi búsqueda de más y reconociendo la presencia de Dios en mi vida, tuve un serio interés por la vida religiosa, me involucré bastante en ello, pero al final opté por el matrimonio. A la hora de estudiar en la universidad escogí una carrera que no era por la que latía mi corazón, pero sí sabía que tenía actitudes y aptitudes para ella, era usual escucharme decir “mi vocación es la educación, mi pasión la psicología y mi locura la administración” terminé optando por la locura: Administración de Empresas, ¡que locura, no!; al menos opté por algo que se me da de manera natural: dirigir y organizar y que a final de cuentas usaré para toda mi vida. De todos modos, la vida me ha acercado a las otras dos de forma diferente.

Aprovecho para decir que es una verdadera locura que a una edad tan joven, para muchos aún sin salir de la adolescencia con todos los cambios que esta involucra esta época de la vida, una tenga que tomar decisiones tan fuertes y contundentes como la carrera que te acompañará para toda la vida, con el nido que trae una en la cabeza a esa edad.

En lo adelante me mantuve ocupada haciendo las cosas que la sociedad te dicta que tienes que hacer: estudiar, trabajar, adquirir estatus, títulos, bienes, entre otros. Sin embargo, siempre manteniendo un deseo férreo de hacer las cosas bien y con amor.

La carta más fuerte que me ha tocado en el juego de la vida, hasta ahora,  ha sido la llegada de mi hijo, quien  volcó mi mundo desde que se posó en mi vientre y vaya que lo hizo que con su nacimiento me sacó expresa y definitivamente de un trabajo que me gustaba; para sumergirme en una aventura hacia la búsqueda de su salud que me llevaría a otros horizontes, otras culturas, otros retos tan difíciles, como no tener techo ni comida para ofrecerle a mi hijo ni a mí misma y tan profundos como la depresión y la ansiedad; pero tan reconfortantes y vivificantes como el beneficio de reencontrarme conmigo misma, resignificar mi vida, sanar muchos aspectos de mi pasado y la nueva oportunidad de seguir ayudando a la humanidad en nuevas vertientes, porque de algún modo maravilloso, extraordinario y milagroso; así como el título de mi primer libro “Eres un milagro” todo este tiempo me he preparado para lo que es mi propósito, que es servir, servir, servir.

 

Servir al Mundo

Y ¿por qué servir en un solo ámbito si yo soy un ser humano íntegro y tengo muchos dones y talentos? Entonces es su justa medida, que es precisamente la medida de amar sin medida, los daré al mundo.

Reconozco y veo la mano de Dios obrar en todo esto y lo pongo al servicio de los demás, solo con ver mi historia de vida se puede confirmar que Dios me ha preparado y me ha acompañado en cada momento.

¿Si Él me ha acompañado y guiado a mi en mi historia y me ha llevado a puerto firme y seguro, por qué no lo hará contigo?

Nada pasa porque sí, ¿por qué no prestarle atención a esa señal que tienes ahora?

¿Por qué no detenerte y darle calor a tus inquietudes?

¿Por qué seguir viviendo en automático y vacío, si puedes vivir de verdad?

¿Por qué si esto remueve en ti sentimientos, no puedes prestarle atención?

Aquí estoy para ti, será un gusto acompañarte.

¡Sé fiel a ti misma!

Amo servir y acompañar a otras mujeres y madres desde la empatía en sus procesos de sanación y creación de bienestar para así crecer a nivel personal,  familiar y profesional.

Nilvia Sención

mompreneur, autora, mentora de propósito&vida
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